La tecnología no ha aportado nada en una década al avance de la productividad


Un estudio de Funcas aconseja más inversión en formación, desarrollo e investigación para mejorar el bienestar

El repunte de la productividad en los servicios fue anterior a la crisis, dice Funcas
El crecimiento de España a un promedio del 3,6% anual durante los años de bonanza -de 2000 a 2007- se explica exclusivamente por la inversión en capital físico residencial y por el fuerte crecimiento del empleo, sin aportación alguna del componente tecnológico. Así se desprende de un estudio que sobre la evolución de la productividad en la economía española durante los últimos trece años acaba de publicar la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Los autores, Carlos Maravall y Meritxell Soler, contraponen esta trayectoria a la evolución del crecimiento en Estados Unidos y la Unión Europea que, si bien fue más moderada -2,5% en el país norteamericano y 2,2% en el conjunto de los socios comunitarios-, se vio favorecida por un notable impacto del progreso tecnológico. Esta ventaja augura a estos países «una continuidad del potencial de crecimiento en el futuro, más allá de la actual recesión económica», concluyen.

Para apuntarse a ese camino, que permite simultanear crecimiento del PIB y de la productividad total, recomiendan impulsar en la economía española, precisamente en esta fase de ajuste, «la inversión en capital tecnológico, es decir, en actividades de investigación y desarrollo, así como en la calidad del factor trabajo, vía formación del capital humano».

 

Sólo los servicios
La ralentización está dejando a la economía española sin sus tradicionales factores de crecimiento, advierte el trabajo, que detecta un repunte reciente de la productividad como consecuencia del parón generalizado y de la destrucción de empleo.
Al frenazo en seco de la construcción se empiezan a añadir otros impactos negativos, y «el sector industrial va a tener que realizar un ajuste de empleo mayor en el futuro más próximo, dado el incremento habido en el número de ocupados en relación al crecimiento de la actividad», apuntan los autores.
En otras palabras, que si en los últimos años han sido necesarios más trabajadores por unidad de producto, esos empleos desaparecen en mayor proporción cuando el PIB decae, algo que ya ha ocurrido en los últimos meses del año recién concluido.
No obstante, los autores aprecian aspectos positivos en el segmento de los servicios. El repunte de productividad en este sector ha sido anterior al de la actual crisis económica. Por eso consideran que esta rama de la actividad ya ha emprendido cambios significativos en la relación producto por unidad de trabajo «que permiten mostrar cierto optimismo de cara al futuro». Correspondería ahora al resto de los sectores seguir este ejemplo. «El crecimiento de la productividad está vinculado a un mayor bienestar de la población y a un mayor crecimiento de la renta por habitante -recuerdan- y por ello es importante impulsarlo, pese a encontrarnos en una fase de ajuste».

Fuente: La tecnología no ha aportado nada en una década al avance de la productividad