Garmendia reclama la Universidad del cambio y firma proyectos empresariales


La titular de Ciencia e Innovación debatió una hora con lo más representativo de la institución académica.

La Ministra rubricó la creación del Centro de Competencia Tecnológica de la Leche, en Villaviciosa.

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, vivió ayer una jornada asturiana propia de maratón. A las nueve de la mañana presentó en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Oviedo su «Estrategia Universidad 2015». Más tarde, en la Presidencia, firmó el acuerdo para la creación del Centro Nacional de Competencia Tecnológica de la Leche, que será instalado en Villaviciosa, y un nuevo protocolo para favorecer la captación de investigadores en Asturias y el fomento del empleo estable. Ya por la tarde, participó en el acto de colocación de la primera piedra de la sede del Thyssenkrupp Elevator Innovation Center, en la Laboral de Gijón.

En la presentación universitaria, con más de una hora de debate y ante lo más representativo de la Universidad asturiana, Cristina Garmendia esbozó la Universidad soñada, mientras que su compañero de ponencia, el secretario de Estado de Universidades, Màrius Rubiralta, pintó de marrón oscuro el actual panorama universitario. Tanto, que casi mete miedo: «La Universidad debe salir de la depresión y del agujero en los que está desde hace años». Horas más tarde, en un más que breve encuentro con los periodistas (cuatro minutos y medio de rueda de prensa: quién da menos), la ministra Garmendia prefirió no suscribir en su totalidad este diagnóstico: «Yo soy más optimista que el secretario de Estado, pero hay unanimidad en percibir una necesidad de cambio».

Las cartas boca arriba. Garmendia dijo que «Bolonia (el Espacio Europeo) no va a ser una opción. Aquí no se debate entre Bolonia sí o Bolonia no. Bolonia es el camino». Sí o sí. Y frente a ese Espacio Europeo que se avecina para la Universidad española la Ministra pidió «que las dudas no se conviertan en problemas», animó a un esfuerzo de visibilidad y dejó clara la apuesta gubernamental por la Universidad pública: «Es muy importante que no se confunda el Espacio Europeo de Educación Superior con la privatización. No tiene nada que ver».

La ministra Garmendia -por cierto, una de las más valoradas por los ciudadanos en la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida ayer- llegó con un proyecto bajo el brazo, el del Centro de la Leche, y con una noticia sorpresa: el compromiso del Ministerio que preside para firmar antes de fin de año la puesta en marcha del Sistema de Observación Costero MAREAS, una instalación dedicada a la investigación científica en todos los aspectos relativos a las Ciencias del Mar y por la que el Principado había suspirado largo y tendido. Se nota que Cristina Garmendia viene de la empresa privada. MAREAS, cuya sede muy probablemente será Luarca, tiene toda la pinta de ser un centro revulsivo.

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Bolonia es una oportunidad. Éste fue uno de los mensajes de la Ministra. «La calidad de las universidades españolas es una exigencia al margen de su tamaño. El Espacio Europeo no va a servir para que compitan las universidades grandes contra las pequeñas, y éstas tendrán que focalizar sus esfuerzos para conseguir la excelencia en algunas áreas». Cristina Garmendia no cree que el nuevo escenario docente e investigador que supondrá Bolonia lleve emparejada la constitución de universidades de primera, de segunda y de tercera.

La Ministra se marchó dejando un reguero de buenas vibraciones. Que venga más a menudo, que falta hace. (sic)

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