La India enfoca su recesión


Tras años de acusaciones por la pérdida de puestos de trabajo en Europa y EEUU, las empresas tecnológicas del país afrontan ahora su propia crisis.

Bangalore (La India)

La desaceleración mundial obliga a reducir la contratación, congelar los sueldos, posponer nuevas inversiones y despedir a miles de programadores de software y operadores de call center.

Mientras los analistas insisten en que la crisis global beneficia a las empresas instaladas en la India, porque cuando las multinacionales deciden reducir costes laborales deben salir al exterior, el sector tecnológico se encuentra atrapado en un desconocido sentimiento de incertidumbre.

“Ciertamente no se trata de exuberancia irracional,” dice Nandan Nilekani, copresidente de Infosys, una de las empresas de externalización tecnológica más conocidas del país. “Hay una buena dosis de introspección cuando analizamos lo que va a suponer esta crisis y cómo terminará”.

Los empresarios ponen sobre el tapete una vieja preocupación: la India se ha convertido en la oficina del mundo, cada día miles de operarios atienden las llamadas de los servicios de atención al cliente de empresas que están países remotos, ejecutan su contabilidad y gestionan la informática. Sin embargo, todavía no ha logrado ser el jefe de la oficina que ofrece nuevos productos, lidera la comercialización o ayuda a dar forma a la estrategia corporativa.

Su Silicon Valley

Más que ahogar a las firmas tecnológicas occidentales con una oferta de talento en ingeniería barata como muchos temían, la India —y Bangalore, su versión de Silicon Valley— se han convertido en la mano de obra barata para la sociedad de la información.

“Históricamente, cuando se habla de innovación, las empresas indias han sido relativamente débiles en comparación a empresas grandes como IBM o Accenture” dice Parth Iyengar, analista de tendencias tecnológicas en la India para Gartner Group,. “Ha sido nuestro talón de Aquiles crónico”, añade.

Mucho antes de los atentados de Bombay de hace dos semanas, el país venía sufriendo los efectos de la depresión mundial en la misma medida que los inversores occidentales desviaban sus fondos hacia los bonos americanos, socavando los balances de los bancos y empresas indias.

Infosys recientemente redujo sus previsiones para el próximo año e informó a los inversores que espera que el beneficio crezca entre el 13 y el 15 por ciento; muy lejos de los incrementos del 30% de ejercicios anteriores.

Como muchas de las empresas de externalización, Infosys depende de la salud del sector financiero, un tercio de sus beneficios proviene de bancos como Citigroup y Bank of America. Su destino también está vinculado al de la economía de EEUU, país del que depende un tercio de su negocio. A día de hoy, ningún factor es bueno para la perspectiva de la empresa.

Technology Partners International, una firma de consultoría que publica el Índice Global de la Externalización,señala que el indicador se encuentra en su nivel más bajo en diez años. “La gente piensa que el outsourcing es una industria a prueba de recesiones. No lo es”, dijo Siddharth Pai, un socio en la empresa.

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