Los sueldos altos son rentables


Un estudio de la Universidad constata que las empresas asturianas que mejor pagan y miman al personal alcanzan altos niveles de productividad y son más competitivas.

Pagar bien a los empleados, establecer planes para el desarrollo de su carrera profesional y su promoción laboral no sólo no supone un lastre para la empresa, al contrario: le permite alcanzar «iguales o mayores rentabilidades y generar más valor añadido por empleado» que las compañías que siguen un sistema tradicional en la gestión de sus recursos humanos. Ésta es la principal conclusión del estudio «La política salarial y la gestión del capital humano en las empresas asturianas», elaborado por los profesores José Luis García Suárez y José Manuel Montes Peón, del departamento de Administración de Empresas y Contabilidad de la Universidad de Oviedo. El estudio cuenta con el respaldo de la empresa tecnológica Seresco y la Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas (Aedipe).

Para el estudio, los autores remitieron un exhaustivo cuestionario a un total de 530 empresas asturianas para determinar, entre otros aspectos, qué variables definían la gestión de los recursos humanos y analizar su política retributiva. Los autores agruparon a las empresa en función de la similitud en sus prácticas de gestión de personal y establecieron dos grupos, uno las denominadas PAR, en alusión a las «prácticas de alto rendimiento», y otro denominado PT, en referencia a las «prácticas administrativas de corte más tradicional» en la gestión de los recursos humanos. Con esta división identificaron dos modos de llevar la empresa: la tradicional, que vincula la competitividad a los bajos salarios, tal y como explicaron los autores en la presentación del estudio, y una segunda vía «más sostenible» que consigue mejorar la productividad y la rentabilidad con una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores.

En su análisis, los profesores García y Montes determinaron que en las empresas que desarrollan una gestión de alto rendimiento el coste por empleado es, de media, 35.729 euros, mientras que en las compañías de gestión tradicional, ese coste desciende hasta los 23.354 euros. A cambio, en las primeras el beneficio de explotación por empleado triplica al de las empresas de gestión tradicional.

Los autores del estudio se basan en el indicador del coste laboral unitario para resaltar cómo una política de recursos humanos sustentada en una elevada inversión en formación, ganancias compartidas (una retribución elevada y equitativa), estabilidad en el empleo y promoción y carrera profesional, entre otras medidas, mejora los resultados de la compañía.

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